¿Qué son y cómo se hacen los turnos rotativos?

Cuando confeccionamos un horario laboral siempre tratamos de utilizar las estrategias más adecuadas tanto para nuestros empleados como para productividad de nuestra empresa. Una de las herramientas o estrategias que se suelen utilizar para ello son los turnos rotativos.

En este artículo te explicaremos qué son los turnos rotativos y cómo puedes hacerlos en función de tus necesidades.

A modo de explicación sencilla podríamos decir que los turnos rotativos, son turnos horarios, que cubren un horario de trabajo en concreto y que cambia con el paso de los días, las semanas o los meses para los diferentes trabajadores.

Para elaborar turnos rotativos debemos tener en cuenta las necesidades empresariales que cubre dicho turno horario y también la realidad de nuestros trabajadores. Es por ello por lo que elaborar un turno rotativo es algo importante que debemos saber cómo hacer para no cometer errores.

Vamos a echarle un vistazo a todo lo que debemos saber sobre los turnos rotativos para poder sacarle todo el partido posible.

¿Qué son los turnos rotativos?

Como anteriormente comentamos los turnos rotativos nos permiten cubrir un horario concreto en turnos que van cambiando para los trabajadores. Uno de los principales motivos por los cuales se pone en marcha un turno rotativo en una empresa, es para poder cubrir un trabajo que hay que realizar durante un largo período de tiempo por parte de varios empleados y que de esta forma haya un equilibrio en la distribución de esfuerzos y horarios.

Este tipo de turnos suelen ser frecuentes en fábricas que trabajan las 24 horas del día o en sectores profesionales como el ámbito de la salud donde hay que atender pacientes durante 24 horas. De esta forma se establecen diferentes turnos rotativos que van siendo cubiertos.

Pongamos, por ejemplo, que se establecen turnos rotativos para 4 personas que trabajan en una fábrica. Una persona podría cubrir un turno de mañana, otra en la mitad del día, otra por la noche y otra de madrugada. Para que las mismas personas no hagan los mismos turnos siempre se establecen turnos rotativos.

Durante la primera semana le tocará el turno de mañana a una persona, el de mitad de día a otra, el de noche a otra y el de madrugada a otra. La siguiente semana se modificarán los turnos para que los trabajadores no repitan turno y así sucesivamente hasta volver a empezar.

Con esto lo que se consigue es no quemar a los trabajadores en turnos que habitualmente no suelen gustar. Esto nos permite dotar a nuestro horario laboral y a nuestra empresa en general de una flexibilidad bien entendida que aporta mucho a la satisfacción laboral de nuestros empleados.

Este tipo de turnos rotativos suelen ser beneficiosos para las empresas que tienen que implementar turnos rotativos 24×7. Pero también es cierto que hacer turnos rotativos implica tener que cuidarlo y estar en constante revisión y comunicación con los empleados para evitar situaciones que puedan ser desagradables.

Tendremos que analizar si permitimos que los trabajadores se intercambien turnos entre ellos para facilitar su conciliación personal y laboral. Así mismo habrá que revisar si se presiona a algún trabajador para aceptar algún turno contra su voluntad. Pero no solo eso, sino que también tendremos que analizar cómo es el rendimiento de cada trabajador en cada turno para ver si realmente funciona para nuestra empresa.

Cómo se hacen los turnos rotativos en una empresa

Para hacer turnos rotativos en la empresa, debemos tener en cuenta las necesidades horarias a cubrir y los empleados de los que disponemos o vamos a disponer para cubrir esos horarios de trabajo.

A partir de ahí se trata de intentar establecer cuál es la fórmula adecuada para nosotros. Dentro de los esquemas de trabajo más habituales nos encontramos con los turnos de 6 días de trabajo y 2 días de descanso. 5 días de trabajo y 2 de descanso y 4 días de trabajo y 3 de descanso.

Los dos primeros ejemplos son esquemas de trabajo muy frecuentes que se suelen ver en la mayor parte de las empresas. El modelo de 6 días de trabajo suele combinarse con jornadas laborales más cortas para no saturar a los empleados. El modelo de 5 días de trabajo es muy habitual y por último el de 4 días de trabajo es un modelo que cada vez se puede ver más en las empresas.

Por su parte, el modelo de turno rotativo de 4 días de trabajo y 3 de descanso implica que el trabajador está en su puesto de trabajo durante tan solo 4 días y esos días de trabajo son de jornadas más largas, de 10 o 12 horas. De esta forma conseguimos que cubra todo su horario laboral de la semana en tan solo 4 días de trabajo y a cambio se consiguen 3 días de descanso. 

La tendencia en el ámbito laboral es que los turnos sean de este tipo y que caminemos hacia jornadas laborales de 4 días en lugar de 5. Para poder cubrir toda la semana se establecerían turnos que cubrirían todos los días de la semana entre los diferentes trabajadores de nuestra empresa.

Beneficios turnos rotativos

Los turnos rotativos presentan muchos beneficios y ventajas tanto para empresas como para trabajadores. Establecer turnos rotativos de 12 horas, por ejemplo, permite que podamos valorar en nuestra empresa la posibilidad de establecer turnos con 4 días de trabajo en lugar de 5 o 6. 

Esto como, comentamos anteriormente, es una tendencia en auge que en un futuro no muy lejano vamos a poder ver como se convierte en una norma en la mayor parte de empresas. Lógicamente esto ocurrirá en las empresas que se pueden permitir este tipo de modelos.

En empresas pequeñas probablemente no pueda ocurrir porque no suele haber dos personas o más para cubrir un área de trabajo y por lo tanto es difícil que se pueda conseguir.

En cualquier caso los turnos rotativos son muy positivos ya que consiguen establecer situaciones de igualdad para nuestros empleados y suelen verse con buenos ojos precisamente por esto. Todos los empleados disfrutan de horarios similares y no hay discriminación alguna entre ellos.